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lunes, 1 de abril de 2013

El samurai que vendio su alma. Del Ukiyo-e al Manga.



Antes que nada quisiera dedicar unas lineas para hablar del blog, la mazmorra ha estado cerrada por motivos personales que me han absorbido demasiado, como se suele decir: "Primero la obligación y luego la devoción"  por lo menos eso paso al principio, después la falta de motivación y el exceso de cambios en mi caótica vida me han dejado sin ganas de teclear, por el momento voy intentar resucitar al hombre caja pero quiero cambiar un poco el tercio, no centrarme tanto en el cómic (por lo menos en el americano, ya que hoy empiezo con un Manga) y centrarme en otros campos: Arte, cine, libros, curiosidades entre otras cosas pero siempre manteniendo ese punto “friki” y peculiar de las cosas sobre las que escribo, no de mi estilo que evidentemente es bastante simple pero bueno espero que a los seguidores del blog les guste pero que recuerden que soy un simple amateur y que no sean muy duros conmigo.

Hace poco descubrí Takemitsu Zamurai, El samurai que vendió su alma. Por muy sugerente que parezca el titulo lo que me atrapo fue la portada al mas estilo Ukiyo-e (genero de arte japones de los siglos XVII al XX ) pero no soy de juzgar libros por la portada, pero le di una oportunidad y me sorprendió de sobremanera tanto que me animo a teclear de nuevo para compartirlo con vosotros:


Un humilde barrio de trabajadores de Edo está perplejo por la llegada de un nuevo vecino. Sôichirô Senô es un rônin -un samurái sin señor- por demás extraño. En lugar de la tradicional katana de acero lleva una de bambú, y dedica sus días a vagar por las calles y contemplar la naturaleza.
¿Quién es Sôichirô Senô?, se pregunta todo el barrio, mientras sus días se complican por la llegada de un joven aristócrata con tendencias violentas y una serie de asesinatos de prostitutas que la policía no logra controlar. Sólo Kankichi, un niño que pronto se convierte en el mejor amigo del curioso samurái, sabe algo más. Él es el único que puede ver el demonio que Sôichirô Senô lleva dentro.


Del pincel del mangaka Taiyo Matsumoto descubrimos un estilo de dibujo que es muy infrecuente en el manga por lo menos para los profanos como yo, los rasgos son en su mayoría asiático y el físico de las personas es costumbristas, nada de ojos gigantes ni cuerpos esbeltos y cachas, y como he comentado antes muy influenciado por el Ukiyo-e y una caracterización en cada personaje dándole una personalidad incluso al mas insignificante de los figurantes. Además el nivel de detalle es excelente a nivel histórico tanto en ropas, edificios e incluso los peinados de los samurais. 

Guionizado por Eifuku Issei a medio camino del comic historico y el de aventuras con grandes dosis de naturismo y filosofía oriental, en perfecta sinergia con Matsumoto hace una de las mejores historias que he leído por consistencia, dibulgacion historia de la vida en  el periodo Edo que aunque al principio tiene un toque idealizado poco a poco nos vamos sumergiendo en la cara menos amable de esta época peor siempre con una elegante sutileza y por ultimo y no menos importante las tramas que se van descubriendo poco a poco que van desde el pasado de los protagonistas a intrigas políticas pasando por asesinatos en serie.

Aunque a primera vista me pareció algo visto: Un ronin que llega a un lugar nuevo con un misterioso pasado y portando una espada de bambú en lugar de una katana, debo decir que iba equivocado pues es un personaje con mas profundidad y matices de lo que parece, primero se nos muestra como un niño grande que se sorprende con la cosa mas trivial después da la impresión que es una especie de guerrero fuera de su tiempo, un maestro de la espada en tiempos de paz. Pero al final es todo y nada de lo anterior en una combinacion que lo hace interesante y con el añadido que vamos descubriendo su pasado mediante va  avanzando la historia. No quiero hablar de los personajes no porque no sean interesantes, todo lo contrario pero considero que el lector de be conocerlos como los conocí yo así que os animo a que le deis una oportunidad.

Se que he insistido mucho en la base histórica pero hago hincapié en este punto porque me da la impresión que hay un gran trabajo de investigación detrás de la obra. También hay que recalcar el buen gusto con el que se administra la violencia y las luchas por dos motivos el primero es que el periodo Edo es una época de paz y por coherencia es conveniente evitar los duelos y las batallas y el segundo motivo siempre según mi humilde opinión es para dar mas importancia a la brutalidad y la violencia evitando insensibilizar al lector y dando mas realismo a la historia. Y por ultimo cuando hablo de los detalles me refiero a recursos que llenan la historia de vida: Por ejemplo veremos siempre como los animales hablan entre ellos, también veremos espíritus y criaturas del folclore Japones pero siempre de una manera sutil que no nos dejara claro si forma parte de la historia o si es un desvarío de alguno de los personajes.
"La Gran ola de Kanagawa, un ejemplo del arte Ukiyo-e"


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